martes, 17 de julio de 2012

"No hay quinto malo"

Él es A.

Sólo el tiempo y la madurez te muestran que de los errores debes aprender. Repetir aquello que te hace daño sería una especie de masoquismo. Y crean o no lo crean, yo ya no estoy para vivir dramas. 

¿Por que lo digo?

Ayer él y yo cumplimos 5 meses de enamorados. No fue nada fácil. Una relación de pareja no es complicada pero tampoco es simple. Si no estás acostumbrado a compartir y quizá siempre fuiste el centro de atención de tus padres, si sera difícil establecer una relación. Lo digo por mi y lo digo por él. 

Ambos somos un par de engreídos, caprichosos, tercos, egoístas, aniñados, etc. Sin embargo así como tenemos defectos, tenemos también virtudes. La virtud de darnos cuenta que tenemos miles de defectos y tratar de mejorarlos. 

Ya no somos adolescentes que creen que el amor es sinónimo de risas, sexo, fiestas y mariposas en el estómago. Aún hay risas. Aun hacemos el amor como un par de enamorados. Aún vamos a fiestas. Y esas mariposas van bajando la rapidez de su aleteo; pero aún están allí. Sin embargo con el tiempo éstas cosas van disminuyendo para luego hacerse presentes con más fuerza.

No acaparar tanto, no amarrarnos, tener nuestra propia vida, nuestros propios amigos, prioridades en la vida. No vernos todos los días ni los mimos días todas las semanas. Dejar de comunicarnos un par de días y así extrañarnos; pero de la misma manera saber que él estará allí siempre que quiera contarle algo. Divertirnos sin la necesidad de tener que estar juntos. Contarnos que otros chicos o chicas nos gustan como sí fuésemos un par de amigos; bueno, al fin y al cabo, también lo somos. 

Darnos besos largos y cortos. Saludarnos y despedirnos como amigos. Caminar de la mano, colgarme de su cuello al bajar de las escaleras de su casa. Decirle "gordo", "chancho", "ojon". Comer tequeños, pizzas, helados, mazamorra y demás cosas que engordan. Tomar mucha agua para bajar todas las calorías acumuladas. No exigirnos cosas, sólo dejar que éstas fluyan. Ir a mis clases de canto con él. Escucharle tocando la guitarra mientras yo trato de ver t.v. Sentarme en sus piernas. Sus golpes en mis rodillas para probar mis reflejos. Sus dedos en mi estomago haciéndome recordar que tengo que hacer ejercicios.

Su constante preocupación por el futuro y las cosas de la vida. Yo, comprendiendo sus miedos. Mi frustración al no poder llegar a las notas altas y él dándome fuerzas. Alejándonos un par de semanas, y comprendiendo que uno sólo conserva lo que no amarra. Viendo una película, sintiéndonos identificados con los personajes. Viviendo el romanticismo con los pies bien plantados sobre la tierra... es así como hemos llegado a los 5 meses. Nada fácil, nada complicado. Sólo se trata de comprensión, amor y un poco de locura.

No hay comentarios: