jueves, 29 de enero de 2015

Las fiestas que decidí perderme

Acabe la Universidad el año pasado. No tuve fiesta de graduación y no pienso tenerla. Mis padres dicen que seria un bonito recuerdo, pero a mí sinceramente me da igual. No conozco a nadie de mi promoción pues dejé la Universidad dos años. Mis amigas con las cuales hubiese querido graduarme ya lo hicieron hace dos años y ahora ya son Licenciadas en Psicología y hasta están estudiando alguna otra especialización o Maestría.

Acabé el colegio en el 2004 y tampoco participé de la fiesta de promoción. Recién me había incorporado a ese colegio ese mismo año, uno nacional, pues se decía que si acababa el ultimo año escolar de secundaria en uno nacional te cobrarían menos por postular a La San Marcos. Por eso motivo y porque no me sentía cómoda en un aula con tantos alumnos nunca tuve amistades estrechas con ninguno de mis compañeros. Hasta sentía miedo de ir a ese colegio. Eso explica casi todo.

No tuve fiesta de 15 años. En esa época de mi vida era antifresa. Y sólo quería una guitarra eléctrica de regalo porque quería formar mi banda de rock, cosa que aún quiero pero esta vez quiero ser la vocalista. Además de haber tenido la fiesta de 15 a la hora ya la gente se hubiese ido pues el tipo de musica que escuchaba no era muy conocido en ese entonces.

Ahora bailo lo que sea. Celebro lo que sea. Me río de lo que sea pero aun siento cierto roche de hablar con mis compañeros de estudio o trabajo. Quizás aun persiste ese miedo de ser "la rara" del grupo.

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