A la Amistad

Él tiene razón. Es mejor que me abra más, que conozca más personas, personas que me puedan ayudar a lograr lo que quiero; y no personas que sólo me hagan divertir y a veces, sólo si yo lo dejo, retroceder.

Sin embargo esas personas también tendrán defectos y yo yambién los tengo. Ellos dos también los tienen. Quizá en mayor medida que yo. Quizá si ponemos en una balanza sus defectos y virtudes, ésta se incline más por el lado de los defectos. Sin embargo también me hacen reír, divertir; y no los llegue a considerar amigos porque tengan una buena carrera o tengan grandes metas. Aunque primero tendría que definir eso de "grandes metas". 

La amistad se da por la acumulación de experiencias que tienes con esa persona, por los buenos y malos momentos que pasas con esa persona. No decides de quien eres amigo. Solo te das cuenta de ello cuando sietes esa confianza que no sientes con nadie más. 

No se trata de alejarse de quienes no te llevan a nada bueno. Se trata de aceptar a las personas como son y no encerrarse sólo en ese circulo social. Abrirse más al hecho de que allá afuera hay más personas esperando por un "Hola, 'como te llamas?" Y alli adentro hay quienes esperan un "Oe vamos a ver una pelí".

Y también se trata de que todo se caiga por su propio peso. La confianza no se decide, ella solo nace, se da, Y en un tiemp, solo si esas dos personas dejan que se dé, esa confianza y amistad volverá a nacer.

"No te encierres en tu burbuja; pero tampoco te olvides de regresar a ella"

El primero de muchos

Loco lindo

Cuando lo conocí no pensé que sería aquel chico loco que viene y de sorpresa me da un beso. Un chico que toma y bebe muy rápido. Ese chico que ya saber preparar sopas instantáneas. 

Cuando lo conocí no me imaginé que llegaría a amarle y que él llegaría a amarme. No se me cruzo por la cabeza estar en su casa, sentados en su sofá viendo una película que pocos llegan a entender. O una de esas películas que solo mayores de 18 años pueden ver. 

No creía que llegaría a conocer a su hermana ni mucho menos que él quisiera presentarme a su papá. Y ni siquiera pensaba que llegaría a conocerlo tanto como lo hago hoy. 

Él es un chico callado, de pocas palabras, introvertido, reflexivo, despistado, loco, directo, buen amigo, sincero, engreído... es un niño grande. Es mi chico de ojos grandes, el de cabello ondeado y largo. Mi chico loco y lindo. Él que me motiva a mejorar y él único que hizo, hace y hará que sea una mejor persona. Es el chico que me desviste y me da amor. Él chico que sabe tocar guitarra y canta sin importarle lo que la gente diga. Él es mi A. y mi abecedario completo. 

Él hombre con el que ayer cumplimos un mes de enamorados. El primer mes de muchísimos mas. Él hombre con el cual camino de la mano y  al que cuido cuando el alcohol corre por sus venas. Al chico que le respondo con un "si" cada vez que me pregunta si aún le amo. El de pestañas que miran hacia arriba. El chico al cual le encanta manejar bicicleta y le pone nombre a sus cosas. El del cuarto con frases en las pared y él de un peluche de unos de los personajes de mi película favorita. El hombre con él cuál me comporto como mujer y hombre. Con el cual puedo hablar y hacer huevadas. Él que ahora recordara cuanto me quiere cada vez que vea el regalo que le dí.

El niño que no quiere ser padre, él niño que me cuida como padre, él es mi niño y mi hombre. El niño que se comporta como un adulto. El adulto que se comporta como niño.

Ayer pase un hermoso día con él. Ésta vez si pasamos las 24 horas juntos. Convivimos por un día y descubrí que por él mi idea de vivir toda la vida sola está cambiando de a pocos. Y es que con él me siento libre y eso hace que lo ame aún más. 

Yo amo a A. Yo te amo, mi A. Nuestro primer mes. Nuestro primer logro. El primero de muchos a tu lado.

Regresamos a aquel lugar

Para recordar...

Cada vez que lloro recuerdo cuanto te amo. Las sonrisas podrían hacérmelo recordar también pero nunca sentí  ese afán por ellas. Siento algo en el pecho, como si una bomba fuese a estallar. Y de nuevo viene ese miedo de  que todo se acabe. Yo no le temo a la soledad, he estado sola toda mi vida. Yo me temo a mi misma. Tengo miedo de dañarte, hacerte llorar, complicarte. Tengo miedo de morir, pues creo que eso pasara uno de estos días. Temo que te pase algo y arrepentirme de no haberte mirado a los ojos fijamente y haberte dicho que aún siento  esas mariposas en el estomago cuando se que te veré. Esas mariposas que solo el tiempo mata, como lo hace con todos.

Soy una mujer de excesos, eso lo sabes de sobra. Es algo que ya no me gusta tanto. Ya no me gusta, cuando sé que ya camino de la mano con alguien más. Me complico tanto la vida pensando en cosas que no tienen sentido. Solo debería vivir, limitarme a vivir... pero por ahora no puedo. 

Nunca he creído en que los demás puedan salvarte, es uno mismo quien se salva. Pero, ¿qué ocurre cuando quieres salvarte de ti misma? Cuando sabes que hay dos personas habitando tu cuerpo. Cuando sabes que a veces sonríes y a veces lloras sin razón alguna. Es allí cuando creo, por fin, que es cierto que necesitamos a alguien que nos motive, que nos ayude, que nos de las dos manos, que nos haga sonreír. Alguien que te lleve a pasear en su bicicleta cuando tengas esas enormes ganas de acabar contigo misma. Ese alguien al cual ya miras con amor, ya no con esa ilusión pasajera. Ese hombre que quieres que te acompañe toda la vida aunque tu propia vida sea la muerte. 

Decir que quiero cambiar por mi, sería ser egoísta de mi parte. Quiero cambiar por mi y por ti. Quiero mejorar por ti y por mi. Contigo quiero amar la rutina, esa a la que tanto odio pero de la cual es imposible escapar. Quiero que mi cabello se vuelva blanco contigo a mi lado. Quiero llorar como una niña y que me digas que todo está bien. 

Y si, acaso, nunca podre "curarme", te amaré desde mi enfermedad. Desde ese lugar con paredes blancas y acolchonadas. Y si, acaso, solo podre amarte alejándome de ti, lo haría. Lo haría y regresaría después.

Gracias por tolerar esas dos personas que hay en mi. Aquella que se aburrirá de la rutina y se irá. Y aquella que te extrañará demasiado y regresará a tu lado.

Un largo camino por recorrer

Tienes razón, no es necesario que todo mundo sepa que tenemos una relación cuando lo único que importa es que nosotros lo sabemos de sobra. Nosotros sabemos que nos amamos mucho en todos los momentos. En aquellos, donde hablas y hablas sin parar y yo sólo quiero que te calles. O cuando yo hago explotar mi carácter y mis miedos cubren mi mente. Cuando me atormento pensando que nada dura para siempre pero nunca dejo de pensar en ti. Cuando se que te veré el día siguiente y me pongo linda solo para ti. Cuando hacemos el amor y siento cuanto lo disfrutas. Cuando me tocas el estomago y yo te toco la mejilla.

Le doy gracias a tu padre y a tu madre por haberse conocido. Les doy gracias a ellos por haber hecho de ti esa persona que hoy amo con mucha madurez y locura. Les doy gracias por haber hecho de ti una persona como pocas. Porque naciste para ser el hombre de mi vida.

Superamos las tres semanas. Y nos falta un camino muy largo. Sé que habrán peleas, discusiones, querremos terminar, querremos darnos un tiempo, querremos volver. Y todo eso porque sabemos que de algún u otro modo nos necesitamos. 

Nos faltan muchas cosas por hacer. Ir a cenar, tirarnos en mi cama y ver La Rosa de Guadalupe mientras comemos canchita, ir a bailar, ir al cine, que me acompañes a mis terapias, que me ayudes con mis tareas y yo ayudarte en todo lo que pueda, ir a un hostal y hacerlo en la ducha, salir con tus amigos, salir con los míos, ir de campamento, viajar, cocinar o tratar de hacerlo, pasear en tu auto, conocer al bebé de tu hermana... Nos faltan tantas cosas...

Quiero que sepas que te admiro mucho. Te conozco y te amo. Y cada día te conozco más...

Siempre adorare esos dos hermosos ojos grandes que sólo me miran a mi.

En las buenas, en la cama, en la calle y en las malas

Et oma ... porque soportar a Gloria Carbajal es todo

 un reto.

Et oma... porque los dos tenemos ojos grandes...pero mis pestañas seguirán envidiando las tuyas.