lunes, 3 de agosto de 2015

"Bachiller en Psicología"

Se supone que ahora si puedo ser llamada "Psicóloga". Se supone que ahora si puedo tratar pacientes. Se supone que en lo que este a mi alcance tengo que comportarme como tal. No hacer barullos, desorden, caos. Andar con la cabeza en alto. Guiarles al encuentro consigo mismos. Pues yo no les puedo decir que hacer, cada uno escoge su opción y es responsable de ello. 

Me parece un poco increíble que un pedazo de cartón me diga que puedo ejercer mi carrera. A lo largo de mi vida he dado miles de consejos, y recibido miles también. Obviamente no con las técnicas que deben ser usadas pero algunos de los receptores se fueron contentos, habiendo encontrado "la solución a sus problemas".

No termino de creérmela. Es decir, sigo siendo yo, con algunos grandes cambios; me he vuelto el ser humano mas practico del mundo. Me cuesta llorar, debe ser una señal de que no es fácil que me lastimen. Pierdo "amigos" como quien pierde celulares en un bar después de varios vasos de cerveza. ¿Y por qué los pongo entre comillas? Porque al final no resulta ser mis amigos. O bien resulta que vivieron enamorados de mi y disfrazaron eso de amistad por un largo tiempo; o por el otro lado, me cruzo con personas toxicas, con las cuales engancho patológicamente. Llego a apreciarlas pero sus actos me demuestran que no han cambiado, ni cambiaran. Así que "Goodbye nice to know you". 

Ese titulo de Bachiller en Psicología ya me ira entrando en la cabeza poco a poco. Y en menos de lo que canta un gallo ya seré Licenciada en Psicología. Vaya! Grandes responsabilidades. ¡Sigamos jugando!

Todo artista quiere ser el centro de atención, el personaje de alguna novela.

El mate de los cordobeses

Yo no quise escribir más. Es decir: ¿Para qué escribo? o ¿Para quién escribo? Eso de que no importa que me lean es pura mentira. Todo artista ya este vinculado al dibujo, pintura, escultura, escritura, música, poesía, etc, quiere ser leído, visto, escuchado, admirado. De lo contrario, escribo en un cuaderno lo que me pasa y lo guardo en uno de los cajones de mi cómoda. ¿Por que exponerlo? He allí nuestro nuestro rasgos narcisistas e histriónicos. Todo artista tiene de ello en mayor o menor medida. Y retomando las primeras lineas, yo ya no tenia a quien escribirle. Aunque es posible que algunas personas pasen por este espacio y se sientan identificadas y sientan que no son las únicas que pasan por momentos difíciles. Quienes quieran que me lean, este espacio esta abierto a halagos y criticas.

Antes escribía muy seguido por estos lares, claro, quería ser leída, por alguien en especial tal vez. O en el peor de los casos, como cualquier artista, o aficionado al arte, me creía el centro del Universo, un personaje de alguna novela ya escrita o que estaba a punto de ser escrita. 

Por momentos me da el complejo "Alejandra" o "La Maga" o cualquier otro personaje con los pensamientos alborotados, que quiere disfrutar de los extremos y los excesos. Me voy a algún bar, bailo como desquiciada, hablo con todo el mundo y al día siguiente es un día más.

Pero ya no es como antes, sera la edad, el cansancio, el aburrimiento de lo mismo, prefiero quedarme en casa viendo películas, esas que llaman independientes, de poco presupuesto. Mi estante esta repleto de películas de todo tipo, de todo país, de todo presupuesto. De todo calibre.

Deje la música de lado, es decir no me pongo a investigar música nueva, prefiero quedarme con lo viejo. Y si se me cruza alguna canción nueva, a buena hora, pero yo no la busco, prefiero cruzarmelas en alguna película por pura casualidad. 

Como escribí hace un rato en mi facebook:

"Me enamoro de imágenes en movimiento que duran un promedio de dos horas. Créanme que siento una terrible melancolía cuando se que la película va a acabar. Peor que cuando sabia que mis ex terminarían nuestra relación."