Las madrugadas volvieron

 

Él siempre amo sus ojos tristes. Ojos que evocaban melancolia y el extremo final de un día a su lado. Siempre andaban de la mano, contando sus dedos. Siempre reian demasiado a pesar de la jauria de problemas que se avecinaban.  Miraban al cielo esperando que llueva.

Él siempre quiso todo lo bueno, de todo lo malo se encargaba ella. Luchaba con demonios habidos y por haber. Sin embargo una mañana desperto y solo eran él y ella ... y los planes que ellos siempre odiaban hacer. 

Pues es bien sabido que el futuro angustia. A pesar de ello era menester diario hablar de lo que se vendria, dar rienda suelta a nuestra imaginacion. Y acercarnos sin acercarnos....

Él siempre amo sus ojos, la forma de ellos...