viernes, 22 de julio de 2016

D.


Me duele la espalda. No sé si es por la posición en la que estoy sentada o por la carga emocional, la gran carga emocional. A veces quiero darme por vencida. Decir Game Over. Y dar el tiro de gracia. Al menos por unos días. 

Y es que siento que ésto está acabando conmigo. La culpa, la maldita culpa. Las frases que me lanzan, como barro con ventilador. Las penas que se acumulan. El pasado que me condena. Ese maldito pasado que me condena y que hace de mi una maldita, la mala de la película. Estoy cansada mentalmente de ser tildada de lo peor. De tragarme sin agua comentarios dolorosos. De flagelaciones mentales. De llorar a escondidas y mostrar que soy de fierro.

Siento un gran nudo en la garganta, angustia, taquicardias. Como cuando sabes que te vas a despedir de alguien. Como cuando lo acompañas al aeropuerto y voltea por ultima vez a verte. Y sabes que ese avión no aterrizará jamas aquí, jamas.

La melancolía esta invadiéndome, me quema el cuerpo. La nostalgia de lo que fue. De aquella vez que lo vi y no dije nada. Cuando desnudé mi alma sin saber que cometía el peor de los errores. Cuando vestí mi corazón con una gran coraza. Y grité para mi que jamas volvería a llorar. Que esta vez todo sería diferente. Que ya no dejaría que nadie más me haga daño. Que por fin, tenia lo que merecía.

No pensé volver a escribir lineas como estas. No pensé volver a apasionarme, no pensé que las palabras me harían su presa nuevamente. No pensé que volvería a escribir sobre alguien mas. Escribir con fervor, con esa nostalgia que me quema por dentro y ata aun mas ese nudo. 

Quiero desaparecer por unas semanas de todo y de todos. Armarme de valor y no dejar que mi corazón hable. Que mi cerebro haga todo el trabajo. No necesitar de nadie, secarme yo sola las lagrimas y darle una patada en el culo a los temores. Des...aparecer. Sentir que verdaderamente me extrañan, que hago falta. Y quizás en el intento por desaparecer darme cuenta que nunca existí.

Tal vez llegó nuevamente la etapa de la escritura, la escritora maldita. Aquella, cuya inspiración es el sufrimiento. No lo sé. Sinceramente no lo sé. Solo sé que quiero dormir y despertar diez años después. Que alguien haga el arduo trabajo de vivir por mi.Y pagarle horas extras. 

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