jueves, 3 de marzo de 2011

Por Hamor al Arte.

De niña siempre soñé con ser artista. Pintora, para ser mas especifica. Siempre andaba dibujando y pintando cualquier cosa que veía por allí. Ni mi familia se escapaba de ser caricaturizada. Siempre respondía con un "yo quiero ser artista" ante el ya clásico ¿Que quieres ser cuando seas grande? Desde pequeña asistí a clases de dibujo y pintura a pesar de que a mi madre jamas le gusto la idea. A ser cierto, en realidad a nadie le gustaba la idea de que yo estudiase pintura y mucho menos que me dedique a ella como carrera. Sin embargo las cosas fueron cambiando a medida que pasaba el tiempo.

En la adolescencia mis pasos por el arte fueron mas fuertes. Me la pasaba día y noche dibujando y pintando. No existía mas en el mundo que mis cuatro paredes celestes y todo lo que dentro de él habitaba. Si bien es cierto la música paso a ser prioridad para mis sentidos, la pintura seguía siendo mi Gala.

Tiempo después llego el momento de elegir una carrera. Yo tenia decidido desde pequeña estudiar artes plásticas; pero las condiciones de mamá pudieron mas que yo. En ese entonces yo andaba con mi primer enamorado y mis hormonas andaban revueltas. Quería verlo todo el tiempo, día y noche, las 24 horas del día; pero mis padres nunca estuvieron de acuerdo con que tenga enamorado. Es mas ellos ni se imaginaban que tenia enamorado. Mamá me dijo que si escogía una carrera universitaria ella la pagaría con mucho gusto. Por el contrario, si seguía con mi capricho (según mamá) de querer estudiar artes plásticas, ella no me ayudaría ni con un sol. No me quedaba de otra, es decir si aceptaba estudiar la carrera universitaria tenia la oportunidad de salir de casa y aprovechar en ver a mi entonces enamorado. Es así que elegí esa alternativa. Me olvide por un momento del arte y todas sus vertientes y me vi encerrada en esa burbuja llena de color rosa y una típica vida rutinaria de una adolescente de 17 años.

Como era de suponerse no aguante mucho tiempo esa vida. Me canse de mi vida universitaria y de mi primer enamorado. Termine con él después de largos meses de intentos fallidos por "reconstruir" nuestra relación. Deje la universidad y regrese a mi seudo capricho de querer postular al Bellas Artes. Estuve un poco mas de dos meses en stand by, andando con mi segundo enamorado de aquí para allá, cantando en mi grupo de música y trabajando en una panadería. Todo eso mientras esperaba que llegue abril para postular al Bellas Artes.

Sin embargo ya llegado abril, una conversación con mi papá y mi segundo enamorado me convencieron de que debía estudiar una carrera universitaria y tomar el arte como un hobbie. Al principio no estuve de acuerdo; pero luego de haberlo pensando detenidamente decidí escoger una carrera. Después de todo también me fascinaba la psicología. Mi sueño por ser pintora se nublo por un tiempo. Ese mismo mes postule a mi actual universidad e ingrese. Desde entonces deje un poco de lado el arte y me dedique de lleno a mi carrera.

Fue en el 2010 que ese bicho por querer estudiar pintura de manera profesional se adentro en mi. Ahora tengo planeado estudiar artes plásticas cuando acabe mi carrera de psicología. Solo me falta un año para terminar la carrera y mi cariño por el arte nunca se atenúa. Nunca se ha atenuado, siempre ha estado presente en mi a pesar de tener mis momentos de apatía. Tengo mucho que agradecerle. Si no fuera por él mi vida seria aburrida y un tanto fría. No se que estaría haciendo en vez de coger los pinceles o lapices. Quizás estaría conversando por teléfono con alguna amiga o planeando ir de compras el día de mañana. Solo se que mi vida marcharía bien. Después de todo el arte siempre ha sido como mi antídoto y veneno. Me mata y me da vida para luego volverme a matar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Como pasa el tiempo,siempre tuviste esa cualidad innata por la pintura,que bien que te sientas feliz de haber encontrado el punto de equilibrio entre tu carrera y tu pasion por el arte.

saludos.

Karmaleonika dijo...

Gracias quien quiera que seas.

Anónimo dijo...

De nada Linkito