martes, 24 de enero de 2012

Un curioso fin de día

El día relativamente normal acabó con una llamada que me tomó por sorpresa. Como le decía a él, es grato escuchar la voz de personas con las que hace tiempo no hablaba. Supongo que a nivel cerebral la serotonina empieza a ser segregada en cantidades anormales. En cristiano, una sonrisa se dibuja en tu rostro. Siempre debe haber una base fisiológica que acompaña todo cambio en nuestro comportamiento. Ok, no hablare más de psicología. Al menos no por esta madrugada.

Conversé con mi papá. Hace mucho tiempo que no lo hacía. Creo que es un hábito que tengo que empezar a construir en mi además de comer vegetales. Fue grato contarle algunas cosas y que de paso sepa que no pienso dejar la universidad. Es algo que le ha venido preocupando estos últimos meses y lo comprendo. Recibí buenos consejos, esas cosas que solo un padre te podría decir. 

Ahora estoy esperando que Luis me timbre para llamarle y conversar sobre nuestro día. Claro, ese es otro hábito que estoy empezando a construir. Al fin y al cabo es el único amigo que tengo y que quizá siempre tenga. Es por ello que hace ya varias semanas le prometí que no le insultaría ni le mandaría al diablo. E increíblemente es algo que he podido cumplir hasta ahora.

Digamos que la llamada inesperada, la conversa con papá y la que tendré con Luis son las cosas que pintaron mi día de un bonito color.

Audio: An you and I - YES

Buenos días

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