lunes, 20 de febrero de 2012

Lo que no le dije


Hay cosas que no le dije mirándole a los ojos. Creo que nos complementamos bien cuando yo estoy seria y él desea besar mi mano. Cuando le hablo y no le miro a los ojos. Cuando yo quiero ir al baño y él me abraza. Cuando, parafraseando a Morrisey, le digo que "mientras más me ignores, más me acercare a ti"; y él lo acepta. Cuando él pone las cervezas y yo, los cigarrillos. Cuando caminamos de la mano y nos reímos de eso. Cuando llego tarde y él me llama la atención. Casa vez que él quiere hacer un brindis y yo, con una cara de sorpresa, pregunto "¿por qué?". Cada vez que se queda callado y le pregunto "que piensas ah?". Cada vez que nos burlamos de las parejas que vemos en los parques y al rato nos estamos tocando en uno de ellos también. Creo que nos complementamos tan bien porque nos parecemos tanto y a la vez no.

Podemos ser como un par de desconocidos, amigos, amantes, niños, adolescentes, cantantes, viejos, enamorados, novios, recién casados...podemos gritarle al mundo que nos queremos y al minuto actuar como si no nos conociéramos y, créanme, eso tiene su encanto. Podemos pretender ser los personajes principales de alguna película y muy en el fondo reírnos de eso. Podemos saber nuestras verdades sin mover los labios. Yo sé muchas veces lo que él piensa y no necesito confirmarlo. Sé que nos pertenecemos, así suene muy cliché, sin una declaración de por medio. Lo único que tenemos como prueba son las miles de frases que conocemos y compartimos. Los libros que hemos leído, las canciones que hemos escuchado,las películas que hemos visto, las cervezas que hemos tomado, las calles por las que hemos caminado, las veces que nos hemos desvestido y vuelto a vestir. 

Y es que con él puedo decir las palabras mas fuertes y luego regalarle un "te quiero". Puedo destrozar todo lo que encuentre a mi paso y luego acariciarle. Y lo digo una vez, porque eso me encanta, puedo ser su amiga y su amante. Una curiosa mezcla. Curiosa porque a veces quiero cuidarlo como si fuese mi hijo y en ocasiones deseo cometer incesto.

Hay algo que si le dije. Tengo miedo de que todo esto acabe. Y no me refiero a ponerle fin a algo. Lo que quiero decir es que temo que dejemos de disfrutar de todo lo que hacemos. Sé que definitiva e inevitablemente llegara el día en que él querrá hacer el amor con su guitarra y me tocará a mi. Llegara el día en el cuál su silencio sea el más sublime significado de un "te quiero". Lo sé perfectamente pero también sé que quiero pasar por todo eso con él. Quiero pasar los buenos y los malos momentos junto a él. Quiero ser su mano derecha e izquierda también. Quiero que conozca mi carácter de mierda y aún así se acerque a mi y me de un beso en la mejilla. Quiero que sepa que siempre demoro al bañarme. Que tengo la mala costumbre de caminar sin zapatos. Quiero que me conozca en el caos y en el orden. Aunque, por alguna extraña razón, creo que me conoce perfectamente. Y yo, también, a él.

Quisiera caminar de a tres por la Av. Salaverry. Quiero que esa pequeña tenga esos hermosos ojos que tanto me gustan de él. Quiero que su nombre empiece con A. Quiero mostrarle las canciones que él y yo escuchábamos. Quiero llevarla a su lugar, sentarnos en el pasto y comer unos helados. Quiero que pruebe esa cremolada con sabor a paneton remojado en leche, esa que tanto me gusta. Y es que simplemente quiero lo que sé que sería el más bonito de los recuerdos. Nuestra máxima expresión.

Quiero más 16 de febrero y más noches caminando de la mano junto a él.

Ahora llueve y no hay sol que nos fastidie.

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