jueves, 10 de junio de 2010

El busca novia

Hoy me enrole en la no tan osada aventura de leer "Busco Novia" de Renato Cisneros. No, no fue por decisión propia del todo; me lo habían dejado de tarea hace mas de tres meses. Desde que oí el nombre del libro me entro una gran curiosidad por saber del autor o de que trataba el libro; aunque creo que para eso solo bastaba leer el titulo del mismo.

Como ya había explicado en el primer post de este blog, apenas escuche el nombre del libro, empece a buscar información sobre el autor en Internet. Fue así que di con el blog de Renato Cisneros. Un blog que usa como diario virtual. Me quede colgada leyendo sus historias y acto seguido: elimine todas las entradas de mi blog; por el simple hecho de que me sentí un chancay de 0.20 centimos comparada con él.

Hoy, como venia diciendo, empece a leer el libro. Voy por la cuarta parte de éste. Y sin lugar a dudas me veo claramente reflejada en él. Y no precisamente porque ande buscando novio o novia, sino por la psicología del autor. Si bien es cierto el titulo del libro nos hace tener la falsa idea de que el autor es un soltero inmaduro que no tuvo suerte en el amor y pues ahora busca desesperadamente encontrar pareja ya que no puedo estar solo. Todo lo contrario, parece ser un treinton maduro que disfruta mucho de su soledad y si "busca novia" no es porque no pueda estar solo, sino que busca alguien con quien - como diría el mismo - "compartir su soledad.

Alguien podría jalonearme las orejas con razón y preguntarme: "Si tanto te gusta estar solo, ¿que diablos haces buscando novia?". Y yo podría defenderme que una cosa lleva a la otra, porque únicamente las personas que saben estar solas pueden advertir y valorar después la dimensión de una buena compañía.

A veces creo que esta actitud medio retraída - que podría parecer una grave propensión hacia el autismo- esta relacionada con mis aficiones predilectas (leer y escribir son, finalmente, actos solitarios por definición).

Sin embargo, tengo una justificación antropológica mas razonable y que se reduce al inapelable hecho factico de que al mundo venimos SOLOS y del mundo nos vamos SOLOS. (...)

Por eso me irritan un poco las personas que no saben estar solas. Esos hombres y mujeres que creen que no saben estar solas. Esos hombres y mujeres que creen que la soledad es sinonimo de acabamiento, derrota y exclusión. Son personas que buscan por todos los medios emparejarse, y terminan enganchándose con alguien que no tiene son ni ton, pero que representa eso que tanto persiguen.

Sin darse cuenta, acaban enamorados de una figuración, de un espejismo: no de la persona, sino de lo que la persona temporalmente encarna.

Me apenan las personas que no se soportan a si mismas, que no se toleran, que se asfixian en el silencio de sus habitaciones, y que no se interpelan delante del espejo por miedo a descubrir vaya uno a saber que incomodas verdades. Esas personas, con tal de combatir su paranoia de quedarse solos, son capaces de estar con quien pueden y no con quien quieren(...)

En todo caso, creo que todos se merecen vivir una larga temporada sin pareja. Pasarla solos un rato, sin mas interlocutores que uno mismo. De hecho, yo no busco novia para que me rescate de mi soledad. Al contrario, la busco para que venga a compartirla conmigo."

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