viernes, 11 de junio de 2010

Hablando sola

No había llorado en meses. Creo que hasta ya había olvidado como era llorar. Sientes que toda el área de la nariz y los ojos te queman, el cerebro se comprime y empiezan a salir gotas de agua salada de tus ojos. Luego sientes como si tuvieras un nudo en el pecho el cual se va desatando poco a poco mientras lloras. Finalmente sientes que te desahogas y te calmas, al menos por un tiempo.

Ya no suelo contarle a mi papa sobre mis emociones; es mas ni siquiera ya hablamos como antes. Prefiero saludarlo, decirle lo necesario y despedirme. Supongo que ahora las cosas han cambiado, pienso mas en las personas que me quieren y no las preocupo con mis problemas; sobretodo a mi papá, que es la persona que termina sufriendo mas con todas mis vainas. Por eso si tengo algún problema, o cosa que me joda; solo guardo todo, callo y lloro para sacar todo.

Ni siquiera cuento mis cosas a los pocos amigos que tengo. Claro, hablo de los amigos verdaderos, no de aquellos para los cuales soy "amiga" solo de la boca para afuera. No tengo ni la mas mínima intención de hablar de mi. Y tampoco tengo la mínima idea del porque. Si me preguntan como estoy, respondo con el recontra programado "Bien". El resto corre por mi cuenta.

Admito que a veces me da ganas de matarme; pero no hay manera indolora alguna de hacerlo. Y también hay veces en las que me considero débil por querer hacerlo; pero acaso ¿mis instintos se rigen por calificativos morales?. Morir es a veces una decisión también, como cualquier otra. Morir muchas veces requiere de una reflexión también. Esto me hace recordar a "Veronika decide morir", un libro que leí hace cinco meses. Veronika, persona con el cual inmediatamente me identifique, había decidido morir. Ella no estaba deprimida, ni tenia problema alguno. Ella estaba aburrida de la vida; no de su vida sino de LA VIDA. Al final termino internada en un hospital psiquiátrico, se enamora de un esquizofrenico y se escapan del hospital. Mensaje entre lineas: Solo el amor te liberara.

Quizás si se que mañana podría morir, viva al máximo cada día; pero yo no me creo aquel cuento. Quizás si un medico viene y me dice que me examino y tengo pocos días de vida, podría creerle. Fue lo mismo que le paso a Veronika. Le dijeron que las pastillas que habia tomado para suicidarse, destrozaron su corazón y le quedaban pocos dias de vida. Al final, como ya dije, se escapa del hospital y nunca llega a saber que aquello que le dijo el doctor solo fue parte de un experimento psicológico. Claro, por lo menos el doctor salio con la suya: logro que alguien viva todos sus días como si fuesen los últimos de su vida. Cuanto deseo que me pase lo mismo.

Ya ni recuerdo porque habia estado llorando. Es cierto eso de que las artes sirven como catarsis. En este caso, escribir me libero de mis "demonios".

PD: LA VIDA NO ES UNA PELÍCULA NI MUCHO MENOS UNA NOVELA. LA VIDA ES UN CUENTO TIPO ICEBERG: NUNCA SE SABE QUE LLEGA A PASAR CON LOS PERSONAJES.

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