Y es que solo quisiera ser como aquel perro que saca la lengua sin ni siquiera saber que lo esta haciendo. Eso pensaba yo mientras caminaba a casa. He escuchado suficiente y se suficiente sobre todo. Caminar demasiado me ha hecho daño. Hoy he regalado sonrisas a todo mundo. Suficiente por hoy. Mañana sera otro día de lo mismo, talvez. No preocupare a nadie. Llevare la procesión por dentro, como algunos dicen. Escuchare comentarios egoístas; pero no haré caso. Fue suficiente, no quiero que nadie se meta en mi vida. Estoy cansada de comprender todo. Es hora de simplemente no hacer mas caso a caprichos de nadie. La gente debe aprender a golpes, a gritos, con la ignorancia.
Mi carácter se ha ido moldeando por querer comprender a quienes jamas debí. Desde un principio uno debe poner mano firme ante cualquiera que quiera ponerse encima de uno. No mas caprichos, no mas egoísmo, no mas inmadurez, no mas fantasías. La realidad es otra. Y la realidad golpea.
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