viernes, 24 de diciembre de 2010

Lejos de la ciudad

No me gustan los saludos navideños. No me gustan los arboles navideños. No me gustan las luces navideñas. No me gusta ese sonido estridente de los cohetes de mierda. No me gusta la navidad.

Es la primera navidad después de tres años que no la paso en la cada de mi ex. Antes solíamos pasarla viendo películas, tirando y comiendo. Hasta que llegaban las doce y bajábamos a la sala a comer en familia. Conversaciones iban y venían y llegaba la hora de dormir. Yo en su cuarto y el en el sillón. Viejos tiempos.

Ahora estoy aquí en un cuarto con cuatro paredes blancas y muchas ventanas. Escribiendo aprovechando los efectos del Neuryl. No he salido para nada salvo para dar unos pequeños paseos y conocer lo poco que hay en esta ciudad. Es probable que regrese el domingo a casa.

He reflexionado mucho sobre todo. Al menos no haber tenido internet el día de hoy por la falla en la señal, me ayudo a estar tirada en mi cama sin distracción alguna y ponerme a fumar unos cigarritos y reflexionar sobre absolutamente todo. Tengo algunas decisiones ya tomadas y otras aun por ser digeridas. Solo se que soy una mujer luchadora. No me daré por vencida fácilmente. Soy capaz de demostrar que muy en el fondo hay una mujer llena de cariño que le encanta expresar lo que siente. Y que toma riesgos y alcanza lo que quiere.

Tengo un par de sorpresas preparadas y otra que se me acaba de ocurrir. Tengo ganas de hacer una canción por capas. Y que las palabras salgan de a pocos. Yo no sirvo para la psicología. Me entregare al arte.

Mañana viene Rony y a seguir tocando. Este lugar me inspira demasiado. Solo tengo ganas de cantar y tocar. Y este domingo me entregare, metafóricamente hablando.

Y pensar que hace dos meses y dos días estaba sentada frente a la pantalla como lo estoy ahora. Y una pequeña ventana en el facebook se abrió con un no típico saludo.

Yo sentí "algo" extraño, lo juro.

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