jueves, 12 de agosto de 2010

V2

Creo que los efectos secundarios del alcohol recién están apareciendo en mi organismo. Me siento extraña, como si me estuviera despersonalizando. Siento como si no hablara con algunas personas desde hace años y la ultima vez que lo hice fue ayer por la tarde. Sea lo que sea, ojala se me pase para mañana.

Ayer conocí a Verónica. Nos encontramos en el Centro de Idiomas de la Católica pues allí estudia ella. Llegue temprano, 15 minutos antes. Mientras la esperaba me sentía como una chica en su primera cita. Que ridículo! Quizás por eso no me gusta conocer gente nueva. Después de 20 minutos sale ella con un grupo de amigas y como no quería cometer el error de saludar a - quizás - la persona equivocada, espere que ella me saludara. La vi y me dio la impresión de ser aquella adolescente de 17 años a la cual nadie comprende o la cual detesta la gente común. Los primeros minutos estuve callada, esperaba que ella me cuente cosas y así yo también empezar a hablar. Tomamos una combi en Javier Prado rumbo a San Luis. Se supone que iríamos a la casa de uno de sus conocidos para escuchar música y tomar algo.

En el carro conversamos poco. Ella estaba entretenida leyendo un libro de cuentos. Luego nos pusimos a hablar de libros, su familia, entre otras cosas. Llegamos y tuvimos que caminar relativamente bastante para llegar a la casa de su amigo. Supuestamente nos estarían esperando en el paradero; pero no los encontramos. Me dijo que en realidad no eran sus amigos; pero que era preciso usarlos ya que tienen lugar disponible para tomar y hacer bulla. Yo solo me reí, ya que en ese sentido se parecía a mi.

Llegamos, saludo a sus "amigos" y les hago preguntas como para entrar en confianza y bueno no aburrirme. Verónica se puso a hablar sobre lo tímida que es y por eso prefiere conocer gente por internet. Ademas que no encuentra personas que le agraden tanto como para hacer amistad. Me identificaba mucho con ella y eso me agradaba. Compramos un ron y una gaseosa y estuvimos tomando mientras conversábamos y escuchábamos radio.

Terminamos el ron y luego compraron unas cervezas. Estuvimos tomando y entre tantas conversaciones de Verónica y sus amigos sale a flote un tema. Resulta que Verónica conoce a una chica que resulto ser la ex de mi ex. Creo que hubo un problema entre ellas. El punto es que me entere que esta chica sigue enamorada de un pata con el cual Verónica había estado primero. Y que como sigue enamorada de ese tipo, usa a otros para olvidarse de el; aunque claro igual se sigue viendo con ese tipo. Empezó a hablar sobre muchas cosas; que no tendrían sentido que las cuente ya que ni conozco a esa persona y ademas es la ex de mi ex.

Y como era de suponerse todo termino en un lió. No entre nosotros precisamente, sino que el enamorado de Verónica la llama y le pregunta donde esta y como en ella ya se notaba los efectos del alcohol, el chico se dio cuenta al toque que estaba medio ebria. Verónica cogió sus cosas y se estaba yendo. Yo salí detrás de ella obviamente y me fui también. Eran las 3:00 a.m. y no pasaba ni un carro. Caminamos 5 cuadras y tome la primera combi que se me cruzo. Ni siquiera sabia a donde me iba a llevar; pero creí haber escuchado que el cobrador gritaba el nombre de un lugar cercano a mi casa. El punto es que baje en otro lugar ya que no quería arriesgarme. Tome otro carro que me dejo en la Av. Abancay. Estuve esperando como media hora que pase un carro para mi casa, pero no aparecía ni uno. Tome un taxi, el único chofer que me inspiro confianza y llegue a casa a las 4:00 a.m. sana y salva.

Me divertí, la pase bien, conocí una persona que me cae bien y eso es lo que importa.

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